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NUESTRO LEGADO
La historia de una empresa familiar de cuatro generaciones

NUESTRA HISTORIA

Desde sus humildes comienzos, el viaje de un hombre cambió el destino de una familia y sentó los cimientos de una marca que ha perdurado y crecido durante más de un siglo. Desde una edad muy temprana, Harry Fellowes tuvo que afrontar dificultades, obstáculos en su camino que él consideró como una oportunidad para labrarse una vida de mayor excelencia e influencia. En la actualidad, Fellowes sigue siendo propiedad y estando bajo la dirección de la familia Fellowes, actualmente en su cuarta generación de liderazgo. Desde sus inicios con las cajas Bankers Box, Fellowes se ha expandido a soluciones generales que aportan productividad, bienestar e inspiración a los entornos de trabajo en todo el mundo.

HARRY FELLOWES

Harry Fellowes nació en Ohio en 1879 y fue el menor de nueve hermanos. Dejó el colegio a los 15 años para ayudar a su familia, trabajando con su padre en una línea de montaje de artículos textiles. Pronto saltó a la vista que Harry era un empleado con un alto potencial y se abrió camino hasta la tienda, donde aprendió el oficio de sastre. Tras la muerte de su padre cuando apenas tenía 20 años, Harry trasladó a su familia a Chicago, Illinois, donde puso en marcha su propio negocio de sastrería. El estilo de vida emprendedor parecía encajar con la forma de pensar de Harry y se dedicó al sector de la confección con total naturalidad, donde se distinguió como un sastre inteligente y elegante.

1917
1917-18
UNA REUNIÓN PROVIDENCIAL

Trabajando en el edificio Lees en el centro de Chicago, Harry conoció a otro emprendedor y propietario de un negocio de su planta, Walter Nickel. Walter ―un vendedor reconvertido en inventor― acababa de innovar creando la caja de almacenamiento Liberty Record, que colmaba la necesidad acuciante de almacenar papel tras la introducción de la nueva legislación de conservación de registros. Poco después del lanzamiento de su nueva idea, Walter recibió una carta de reclutamiento del Ejército en la que le comunicaban que había sido reclutado para combatir en la Primera Guerra Mundial. Una conversación fortuita entre Walter y Harry cambió sus vidas, puesto que Harry le propuso dejar su negocio como sastre, adquirir la idea de Walter por 121 dólares y convertir a Walter en socio a partes iguales cuando este regresara de la guerra. Walter aceptó la propuesta de Harry.

1917-18
1920s
LOS LOCOS AÑOS 20

Lo primero que hizo Harry fue presentar una patente de la caja Liberty Box y registrar el nombre de la empresa: The Bankers Box Company. Gracias a la creciente demanda, la empresa comenzó a tomar forma con la contratación de sus primeros 5 empleados, quienes trabajaron conjuntamente 208 años, es decir, cada uno una media de más de 40 años. Con la capacidad de fabricación consolidada, Harry recorrió los Estados Unidos en viajes de varios días, creando una base de distribuidores, inspirados y motivados con esta nueva oportunidad. Cuando estaba en pleno auge y crecimiento, la joven empresa emergente se enfrentó a una nueva y alarmante dificultad: el Martes Negro de octubre de 1929.

1920s
1930s
AFRONTANDO LA GRAN DEPRESIÓN

Tras el desplome del Dow Jones un 89 % y la nueva realidad de un hundimiento económico, Harry y Walter realizaron ajustes rápidamente para satisfacer la demanda de un mercado menguante. Con el fin de conservar todos los puestos posibles de los empleados del momento, se activó un recorte salarial para todos los propietarios y empleados. La Bankers Box Company, empática con los tiempos difíciles, también comenzó con la práctica de proporcionar sopa y café gratuito todos los días. Con los bancos en peligro, que eran el principal cliente de la empresa, la Gran Depresión aceleró los esfuerzos para crear una base de clientes más diversa y de mayor alcance. Para lograrlo, Folger ―el hijo mayor de Harry― abandonó la universidad en su último año para ayudar a su padre a ampliar las regiones comerciales. John, el otro hijo de Harry, se incorporó muy poco después a la empresa. A finales de la década, la empresa logró una cifra récord de pedidos y recobró su auge, si bien un nuevo desafío se asomaba en el horizonte: la Segunda Guerra Mundial.

1930s
1940s
LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

Con Folger y John, los dos hijos de Harry, sirviendo en el Ejército, Harry y Walter afrontaron un reto fundamental que requirió toda su concentración: adquirir materias primas. Habida cuenta de que las políticas en tiempos de guerra racionaban materiales como el cartón corrugado, que representaba el 98 % del contenido de las cajas de Bankers Box, Harry negoció una audiencia recurrente con la Junta de Producción de Guerra en Washington, D.C. Allí destacó su papel de respaldo a la guerra al suministrar materiales a los proveedores de Defensa, y las ventajas de sustituir el cartón corrugado por otros sustratos más preciados en tiempos de guerra, como el metal. Su esfuerzo y su lógica fueron recompensados con concesiones de 6 meses que aumentaron el acceso al cartón corrugado y permitieron que la empresa continuara sus operaciones durante el periodo de guerra. La idea de sustituir el cartón corrugado fue más allá de lo que jamás hubiera podido imaginar, incluyendo el uso de las cajas Liberty Box como cunas en hospitales.

1940s
1950s
SURGE LA SEGUNDA GENERACIÓN

Con unas ventas que ya superaban por vez primera el millón de dólares al comienzo de la década, los hermanos Folger y John Fellowes asumieron las funciones de presidente y vicepresidente, respectivamente. Con el fin de establecer una nueva base para la demanda creciente, Bankers Box se trasladó fuera de Chicago, a Franklin Park. También se amplió la línea de producción con la reintroducción de STAXONSTEEL®, que había sido interrumpida durante la Segunda Guerra Mundial por su contenido en metal. Más tarde, se presentó la caja R-Kive®, que en la actualidad sigue siendo una superventas.

1950s
1960s
CREACIÓN DE CAPACIDADES
EN TORNO A NUESTROS CLIENTES

A medida que Bankers Box Company siguió creciendo de empresa regional a nacional, que prestaba servicio a miles de distribuidores en todo EE. UU., se hizo evidente que los clientes más lejanos serían más fáciles de suministrar teniendo presencia local. Y empezó a tomar forma la visión de implantación de 5 plantas de producción y oficinas de ventas regionales en todo el país que crearía relaciones más sólidas con los clientes y servicios más rápidos y de mayor calidad.

La caja Liberty Box original volvió a lanzarse en la década de 1960 con un diseño que permitía una fabricación más eficiente y que incluía características para satisfacer las necesidades del entorno laboral emergente.

1960s
1970s
EXPANSIÓN A ESCALA INTERNACIONAL

Tras el trágico y súbito fallecimiento de su hermano mayor Folger, John se convirtió en el tercer presidente de la empresa y en el principal accionista a comienzos de la década. Con su hijo Jamie, ya a su lado en la empresa, comenzó un nuevo horizonte y una nueva visión para la empresa: la expansión internacional. Gracias a la estabilidad y a la consolidación de la marca en el sector de los productos de oficina, Canadá y el Reino Unido se convirtieron en las primeras filiales internacionales de Bankers Box. Dirigida por el equipo padre e hijo, se seleccionaron dos emprendedores locales y se crearon nuevos equipos para operar fábricas locales y crear capacidades que podrían servir a estos panoramas de mercado diferentes. De vuelta en casa, Bankers Box Company había dejado atrás su sede central en Franklin Park y construido unas instalaciones de vanguardia a 40 km de Chicago, en Itasca, Illinois.

1970s
1980s
LA TERCERA GENERACIÓN AMPLÍA LA VISIÓN

En 1983, Jamie, el nieto de Harry, se convirtió en el cuarto presidente de la empresa. Al observar las tendencias en las oficinas, pronto quedó patente que los espacios de trabajo estaban adquiriendo una nueva forma en torno a la prevalencia de los ordenadores personales y la gestión de los registros en papel. Se proyectó una visión para llegar a los usuarios y clientes existentes de Bankers Box mediante productos gratuitos relacionados con este espacio de trabajo emergente. Ante la perspectiva de que Bankers Box se viese limitada por su relación con el almacenamiento en papel, la empresa presentó una nueva marca que pudiera posicionarse de una forma más amplia: Fellowes®. A lo largo de la década se añadieron a la oferta de la empresa destructoras de papel, medios de almacenamiento, accesorios para ordenadores, productos ergonómicos y otras categorías, todos bajo la marca Fellowes. A medida que la empresa siguió creciendo en escala y complejidad, Jamie recurrió a su hermano mayor para ayudarle a dirigir la empresa. En 1989, Peter Fellowes se unió a la empresa.

1990s
GLOBALIZACIÓN

Jamie y Peter trabajaron como equipo, con Jamie centrado en la creación de un mercado global y Peter a cargo principalmente de las operaciones internas. La marca Fellowes continuó expandiéndose mediante adquisiciones, pero su crecimiento más significativo provino de un nuevo invento desarrollado internamente: la destructora de papel personal. Aprovechando sus conocimientos técnicos de fabricación y desarrollo de productos, Fellowes diseñó y creó la primera destructora de papel a la venta por menos de 100 dólares. Al hacer que el producto fuera más accesible, la aplicación de las destructoras pasó de servir de máquinas multiusuario a una ampliación práctica del espacio de trabajo individual. Mientras tanto, Peter lideró una nueva iniciativa transformadora llamada «Advantage Fellowes». Este proceso interno supuso mejoras significativas en la competitividad de Fellowes mediante el marco de operaciones LEAN y los procesos Kaizen. Con una base más amplia, Fellowes obtuvo mayor atención de la industria global. Se formaron socios comerciales en Europa, Asia y Australia a medida que la presencia de Fellowes se amplió de 3 a 9 países.

2000s
DESARROLLO DE UNA MARCA

El éxito de Fellowes con las destructoras representó una nueva oportunidad para el liderazgo mundial en una categoría en crecimiento. Además de impulsar la categoría, el robo de identidades se convirtió en un término familiar y las destructoras se convirtieron en la primera línea de defensa. Con una línea de producto de largo alcance, Fellowes identificó su categoría de destructoras como su producto estrella para dar forma a su nuevo valor de marca. En 2001, John Fellowes II se unió a la empresa y a su padre, Jamie, aliándose para liderar firmemente esta categoría emergente. Adoptaron el perro bulldog como símbolo de protección y confianza, lo que permitió a la marca adoptar una nueva forma entorno a la innovación técnica y la calidad diferenciadora, que se materializó con la primera destructora a prueba de atascos.

2000s
2010s
EVOLUCIÓN EN UN MUNDO EN CONSTANTE CAMBIO

En 2010, la tecnología había transformado la forma en la que la gente trabajaba y compraba los productos de oficina, remodelando los puestos de trabajo y el comportamiento laboral. Con John Fellowes II como siguiente presidente y director ejecutivo, era el momento natural de determinar una visión generacional para la empresa. A lo largo de la década, Fellowes se expandió a nuevas categorías y reformuló el posicionamiento de su marca a partir de las destructoras para incluir nuevas y pujantes categorías profesionales, como la purificación de aire y las soluciones de mobiliario, que fomentan la salud y la productividad de nuevas formas. Los nuevos productos expansionistas fueron desarrollados mediante la ampliación de los equipos internos de Fellowes y la creación de nuevas capacidades. Fellowes también adquirió 4 empresas que proporcionaron acceso a nuevos canales de contratos y de servicios.

2010s
CELEBRACIÓN DEL CENTENARIO

En 2017, el personal de Fellowes de todo el mundo celebró su hito centenario. Todos los empleados de Fellowes fueron invitados a una celebración en sus regiones geográficas, con eventos en Chicago, Barcelona y Tokio. Fellowes también celebró un evento global de agradecimiento con más de 100 de sus principales clientes en sus instalaciones recién renovadas a las afueras de Chicago y las celebraciones continuaron en el club de campo Medinah Country Club.

Operating as a fourth-generation family business establishes our cultural foundation. It’s a shared ideal among our team to align under our commitment to integrity and solidifying the relationships that matter most.

Our Family Heritage

Fellowes GIVE is a purpose-led corporate initiative in which we partner with organizations to help meet some of the most fundamental human needs in our local communities.

Our Give Initiatives

How we shape the world of work today has a profound impact on the world of tomorrow. By building sustainability and stewardship into every level of our organization, we can protect the worklife potential of our children and grandchildren.

Our Sustainability Efforts